Generalidades
El número de los
considerados arabo-parlantes se estima, en 2008, en más de 300 millones, un
número siempre en aumento. Incluimos aquí aquellos hablantes que tienen otra
lengua materna, como los que tienen el beréber como su primera lengua en el
norte de África, pero que están familiarizados con el árabe hablado. En Siria y
el norte de Iraq encontramos minorías hablando dialectos neo-arameos, pero
entendiendo el árabe. También en el norte de Iraq, una importante minoría kurda
conoce el árabe, y en la misma Península Arábiga existen grupos de población
con lenguas sudarábigas. En cuanto al sur del Sudán, donde la población habla
varios dialectos bantúes, el árabe es impuesto como lengua oficial.
El árabe es la
lengua oficial de una veintena países independientes del Oriente próximo y del
norte de África. En España, tras siglos de ausencia, buena parte del medio
millón de inmigrantes en su mayoría marroquíes lo hablan como lengua materna. A
nivel intergubernamental, el árabe es una de las lenguas oficiales de la
Organización de las Naciones Unidas, desde 1974.
La escritura
(lo escrito quiere decir destino)
La escritura de
la lengua árabe se escribe de derecha a izquierda y es conformada por un abjad
(alfabeto) que consta de 28 letras. El origen de las letras árabes aún está en
debate, aunque algunos autores como Musta Jafar (2002) lo sitúan en la lengua
Aramea usada por los Nabateos, de cuyos registros Petra, en Jordania, es lo más
empírico con lo que se cuenta. Este sistema se implementó en el siglo VII de
nuestra era tras la muerte de los primeros seguidores del Profeta Muhammad
quienes inicialmente compartían el significado del Corán de manera oral. La
desaparición paulatina de estos sabios informantes obligó a los fieles del
Islam y a los Califas que sucedieron a Muhammad a escribir la información en
extinción dando origen al primer texto escrito de la lengua árabe bajo la
influencia del Islam, es decir, El Corán.
Así, al ser la
lengua del Islam, el árabe es una lengua litúrgica también, al igual que una
lengua de Estado, una lengua poética, y una lengua que expandió su escritura a
otras lenguas tales como la turca, la persa, la urdu, el dari.
Paradójicamente,
y tras una serie de revisiones hechas a la lengua escrita y a su gramática en
el siglo VIII en la “Bait al-Hikma de Bagdad” (La Casa de la Sabiduría), se
comenzaron a escribir y publicar diferentes libros de poesía, cuentos y
narrativas que fueron sistematizando un árabe clásico, lengua que, al pasar los
años, invasiones de diversos y pueblos y encuentros con otras culturas entre
ellas la europea colonial, experimentó diversas adaptaciones y mezclas que
derivaron en lo que hoy se conoce como “árabe estándar contemporáneo”, el árabe
que se enseña como lengua extranjera en el CELE de la UNAM y en muchas otras
universidades del mundo.
La concepción
la lengua en la lengua árabe
Lengua y espacio
tienen una concepción especial. Para los árabes, la lengua no es solo una
herramienta referencial sino la fuente del conocimiento mismo (kalam al
-`arab). Es la creadora del espacio y del contexto. Es la fuente del
conocimiento y su descripción de forma y contenido. Sin lengua no hay espacio,
no hay nada.
La lengua árabe
es el medio para acusar al conocimiento sensible y suprasensible, esto desde el
punto de vista histórico. En efecto, la hermenéutica de la lengua árabe va a ir
dirigida hacia una especie de “semiótica sacra” o, en otros términos, a una
“semiótica islámica”, esto en tanto la mayoría de los lingüistas que aportaron
teorías del signo en la lengua árabe eran musulmanes pertenecientes a la época
de oro del islam (Ibn Muqafa, de origen persa) o bien a la época de oro de la
lingüística medieval de Al Andalus (Batalyawsi) que abogaban por la “búsqueda
de la verdad y la sabiduría a través de los signos”. En este sentido, es
inevitable decir que le referente histórico de estos autores es el calendario
islámico, y que a partir de este referente histórico, la sabiduría y los
símbolos y signos con los que se representan, son obras, en última instancia,
de Allah.
En este sentido
el hombre es lenguaje, y es lo que nos diferencia de los animales, y aún, si
animales fuésemos, seríamos al hayawan al nutq, el animal parlante, el animal
racional, el alma racional. De aquí la célebre tradición oriental de calila wa
dimna y la gran pregunta de los lingüistas àrabo musulmanes: el lenguaje lo
crea el hombre o es creado por Dios para el hombre? ¿Es el signo, el nombre o
lo nombrado? Algunos dicen que el lenguaje es el signo de Dios y por eso los
fieles usan el àrabe para alabar los atributos de Dios porque paradójicamente
Dios no tiene nombre, Allah no es nombre propio sino un significante usado para
referirse a ese ser creador y sabedor de todas las cosas. Por lo tanto la
creación de conceptos està prohibida en el islam ortodoxo, porque la innovación
solo le corresponde a Dios. A Èl y solo a Èl se le atribuye el significado de
las cosas presentes y pasadas…por eso en lengua àrabe el tiempo futuro no
existe sino solo partículas de tiempo que marcan acciones que no corresponden
ni al pasado ni al presente y que se complementan con significantes como
mañana, al rato, después, próximo, entre otros.
El espacio
La lengua árabe
tiene una concepción del espacio muy particular. Se le da vida a través de la
conjugación del texto y la imagen en una sola forma. Esa forma se crea al mismo
tiempo que el contexto y con significado. Pero el texto y la imagen, en la
lengua árabe, no son entes separados sino una mezcla interesante que nace a
través de la línea, y de los signos, signos creados de una línea, la línea de
la escritura árabe.
Pero lo que
quiero detallar en esta breve charla es la fusión que existe entre texto e
imagen en la escritura árabe, particularmente en la caligrafía, la expresión
más acabada de la escritura árabe.
Lòpez Habib
afirmaba que:
“La caligrafía
árabe es la síntesis de las artes de esta cultura. A lo largo de su historia y
desde la revelación coránica, la palabra ha sido cultivada con amoroso cuidado;
así, la caligrafía es un arte que nació bello.
En árabe se
denomina el arte de la línea, fan el khat, por que los trazos
caligráficos juegan con el ojo y embellecen su espacio, exaltando la gloria de
Dios, el creador de todas la cosas, por medio de la palabra.”
Fuera del
contexto islámico, aunque con el mismo vocabulario, la caligrafía embellece el
espacio del autor y del espectador. La caligrafía embellece tanto la palabra
coránica, la marquesina de una casa, el riad, e incluso, puede embellecer una
revolución.
Este es el
sentido del espacio en la escritura árabe. Una dimensión que no solo es para
ser ocupada o llenada sino para articular sentidos con los signos con los que
convive.
Por tal motivo,
la caligrafía árabe ha mantenido a través del tiempo una vigencia de sus
múltiples estilos, nacidos en diferentes periodos, a los que se recurre
dependiendo de la naturaleza y entorno de los textos.
Este carácter
multiforme de la caligrafía árabe tienta a compararla con la caligrafía China.
Podemos, en principio, observar dos cosas evidentes. Una se dibuja con pincel,
la otra con el cálamo. La escritura China es pictográfica, cada signo es una
idea diferenciada, mientras la escritura árabe es puramente fonética; así, la
estilización de las letras árabes es abstracta, sin ninguna raíz figurativa. En
la caligrafía árabe no se tiende a apartar cada signo, sino que se integran en
un ritmo continuo cada signo para hacer de dicha intersección un meta signo, un
meta texto, que puede ser una imagen, un símbolo, una firma, e incluso una
máxima de vida.
La escritura no
reproduce El Tiempo ni el Espacio. Los Visibles Hace un Través de la línea y
Sus Formas . Una línea Que corre de Derecha a Izquierda Que simboliza la
Prioridad de lo divino , lo sobrenatural , lo profano Sobre he aquí Humano,
Haciendo Notar Que el hombre Depende De Una Fuerza cósmica a La Que llegan las
Cosas del Mundo .
La semiòtica
arabo islámica presenta 5 tipos diferentes de signo:
La palabra
(lenguaje oralm, lafz)
La letra (hat)
Los gestos (con
la cabeza, ojos, manos, vestidos, etc)
El càlculo, (que
es el que se hace a través de las cuentas)
El indicio ( lo
que se señala sin palabras y sin manos) como el cielo y la tierra que son
indicios de Dios.
Coràn 41, 53
Texto e
imagen en caligrafía árabe
La caligrafía
islámica lleva tanto mensaje textual y representa una imagen al mismo tiempo,
esta capacidad le dio una exclusiva calidad visual. Sin embargo, este producto
texto-imagen no se representa de forma individual, como un signo escrito, sino
con todo un contexto que le esta dàndo el espacio donde se encuentra inscrito o
el que està ocupando o dando vida.
En el arte
islámico, hasta los guiones están atados al patrón visual y la decoración, se
asocian con los guiones y se complementan unos a otros en el proceso de
visualización y la lectura y permiten a la audiencia a tomar en los dos
aspectos del texto y la imagen en al mismo tiempo. A esto le podemos llamar
caligramas.
Los caligramas
islámicos se inspiran en la idea Semiótica, lo que sugiere que la caligrafía (el
texto) está representando una imagen en lugar de reemplazarla.
Durante el
Imperio Otomano, la caligrafía árabe entró en una nueva fase, una de efectos
decorativos y personalizados. Se inicia la fase de la “trugra”
La Tughra es un
monograma o una firma caligráfico de un sultán otomano que fue puesto a todos
los documentos oficiales y correspondencia. Simplemente, Tughra fue la firma
del Sultàn.