La muerte y la represión han sido dos pilares del régimen
para el apaciguamiento de las voces del pueblo sirio. A diario, la gente se
debate entre la tiranía interna del régimen y la intervención extranjera de sus
enemigos, creando una cruel indiferencia mediática que ha llevado a las
narrativas de la revolución hacia vocabularios que incluyen términos como
“intervención militar”, “bastiones del régimen”, “espacios estratégicos”, entre
otros, que se han olvidado de la inspiración fundamental del movimiento popular
que incluía, incluye todavía, un tipo de gobierno justo, una forma de vida digna
y, tal vez la más importante, el logro de una independencia política que le
permita al pueblo llevar a cabo mecanismos de movilización y cambio de régimen
sin la necesidad de una intervención extranjera.
Pero aprovechando el objetivo de la revolución, el
régimen y sus enemigos han secuestrado dicha agenda y la han convertido en un
escenario de ambiciones geopolíticas muy parecido al que se fraguó en Iraq hace
diez años cuando se hablaba de una “posible intervención por la defensa del
pueblo iraquí”, “el uso de armas químicas por parte del régimen”, “el tope de
líneas rojas”, “la imposición de sanciones económicas”, “enviados especiales de
la ONU”, entre otras cuestiones, que no hacen más que recordar viejas
estrategias para nuevos conflictos, conflictos causados por las mismas elites
que hoy se presentan como “liberadoras” y favorecedoras de la primavera árabe y
de manera cínica, del pueblo sirio.
Pamplinas, la “iraquización” de Siria no es otra cosa
que la creación de un escenario donde, como buitres, los actores internacionales
en disputa llegan y se alimentan del moribundo ciudadano sirio que ha peleado
contra su propio hermano debido a la división ideológica sembrada tanto por el
régimen como por sus aliados y enemigos en la región. La única diferencia en
esta metáfora es que los buitres son, aparte de oportunistas y carroñeros, los
mismos causantes de las muertes del pueblo que dicen defender. Entonces no es solo
el uso de armamento químico en Siria sino cada bala que sale de los cañones de
manufactura rusa, iraní y estadounidense lo que verdaderamente está terminando con
la revolución siria. No es, como se
presenta en los medios oficiales, una división sectaria o confesional lo que
afecta a este pueblo sino simplemente una división entre el
régimen como un establecimiento general por un lado, y sus opositores que se le
rebelan por el otro, en un acto de mero canibalismo donde ambos actores
intentan comerse vivos cuando comparten las mismas estructuras totalitarias y
represivas en sus formas de gobierno y representan el mismo origen poscolonial
del que los pueblos árabes y no árabes de la región se han comenzado a
desprender en términos empíricos y epistemológicos.
"Irán en nuestros ojos y ustedes en nuestras prisiones" Fuente: Cuarto poder.es |
El eslogan de las fuerzas extra territoriales que dice
“es necesario intervenir por el bien de la liberación del pueblo sirio” es una
falacia y un riesgo a la vez. Una falacia porque no hay tal liberación desde que
el islamismo de Hezbollah o de Qatar, o la guerra preventiva “libradora” de
Estados Unidos y su democracia, han demostrado su fracaso una y otra vez para
lograr una liberación permanente de los pueblos árabes arrastrándolos, por el
contrario, a conductas mercenarias, de inseguridad y corrupción que se
alimentan del mismo financiamiento e ideologías de esos líderes que tanto
gustan a los medios de comunicación internacionales. Es también un riesgo
porque la receta de la intervención extranjera siempre ha demostrado que el
remedio resulta peor que la enfermedad cuando se derroca a un tirano y se le da
la bienvenida a un régimen de incertidumbre y de niebla política que,
maquillado de transición democrática, lo único que conlleva es un obstáculo
para que la gente haga uso y recuperación de la voz propia en aras de construir
su propia memoria histórica y su propio destino como Sujeto colectivo,
arrastrando los recursos naturales y humanos hacia las arcas de regímenes que
patrocinan la guerra.
Por lo anterior, poco importa la meta-narrativa que
involucre enfoques islamistas, arabistas, nacionalistas, o de otro tipo que
anule el deseo del pueblo sirio para entender su revolución y la situación en
la que se encuentra. Lo que ahora es preocupante, (porque aún hay cosas de las
que se uno se puede preocupar más) es que la revolución siria involucione y sea
aplastada por una intervención militar desde Estados Unidos y Qatar que
implique, desde Damasco, Homs y Alepo, una respuesta de las fuerzas aliadas del
régimen sirio como hezbollah o los basiyo iraníes y dé como resultado la fatídica
desaparición de lo poco que queda del pueblo sirio, su herencia cultural y su
estructura económica y social. Ambos discursos ondean la bandera de la
emancipación ya sea contra la tiranía interna o contra el imperialismo, pero el riesgo verdadero que nadie enuncia en
sus discursos, lejos de una implicación semántica, es justamente la
desaparición de las propuestas de los revolucionarios sirios que habían ido
ganando fuerza en el terreno ante la debilidad mostrada por el régimen por un
lado, y el desprestigio de las fuerzas extranjeras en los barrios del país por
el otro, pero que nadie rescata en la prensa internacional ni mucho menos en
los medios regionales dado que su visión de lo que pasa en Siria se acerca más
a una inversión a largo plazo para ganar apoyo moral entre sus respectivas
audiencias que a una necesitada misión informativa que nos acerque a la
realidad de ese territorio.
Fuente: resistencia libia |
Ciertamente el costo de una intervención armada en
Siria es muy alto, el más alto que un pueblo pueda pagar si se completa, e incluso
más caro que el de la muerte de los mártires caídos en las plazas a manos de
represores y terroristas de ambos bandos puesto que la intervención extranjera suele
hipotecar la vida de las generaciones venideras. Esta afirmación no significa
un argumento a favor de la tesis conspiratoria con la que navega el régimen sirio,
puesto que las fuerzas de al Assad han sido las primeras en dibujar este
escenario devastador que se está describiendo al ser responsable de las
primeras matanzas y represiones contra los manifestantes sirios. Lo que se
quiere decir con esto, es que una intervención extranjera nunca se desarrolla a
favor del pueblo oprimido, pues estos agentes terminan convirtiendo a los
oprimidos en opresores en una cadena interminable de sufrimiento y repetición
de estructuras de poder. Eso fue justo lo que pasó con la elite poscolonial en
la región de Oriente Medio, quien se presentó a sí misma como liberadora de los
colonizadores ingleses y franceses pero que terminó gobernando igual o peor que
esas mismas metrópolis cuando, paradójicamente, se terminaría gobernando bajo
la forma monárquica y dictatorial que vemos caer poco a poco hoy en día.
Fuente: El heraldo |
Por otro lado, pero no tan distante, la intervención
militar nunca, ni en sus formas más humanitarias, ha mostrado avances de
liberación en sitios como Gaza, Bahrein, Iraq o Afganistán y no habrá de
hacerlo con el pueblo en Siria, a menos que los haga por accidente. Siria
no es ni Iraq ni Libia, y en el contexto actual de revolución, se trata de un
país que no tiene grandes recursos naturales que se puedan utilizar como un reembolso
de un “acto noble” futuro como el que se pretende hacer con una intervención
militar. Por tal motivo, el enfoque intervencionista en Siria ve en el
derrocamiento de Bashar al Assad una caída controlada que pueda manejarse lo
suficientemente bien como para no dar pie a que la narrativa revolucionaria de
Damasco resurja y pueda extenderse hacia los sensibles estados de la Península
Arábiga, por no mencionar Líbano e Israel, poniendo en serios aprietos los
intereses de esos “liberadores occidentales” en tierras árabes petroleras. Por
tal motivo, el escenario de una Siria intervenida militarmente también es un
riesgo para los propios especuladores de esta tesis, a menos que tengan buenos
cálculos que demuestren que, en palabras crudas, “los sirios hayan estado
matándose unos a otros con tanta insistencia y ferocidad, que estén lo adecuadamente
listos como para ser intervenidos y sofocados para abrazar la intromisión de
Occidente”.
Finalmente, si bien los
costos de la intervención están en la mesa, los riesgos también están siendo
evaluados por sus impulsores dando pie a que el contexto y el desgaste facilite
las cosas para Estados Unidos y las petro-monarquías. Pero si bien se espera
ésta intervención militar pueda aplastar tanto al régimen como a los jóvenes
revolucionarios, no está demás pensar que un acto de dicha magnitud también pueda
destapar la cloaca que geopolíticamente constituye Siria para el mundo árabe y
lograra, paradójicamente, que la marcha de la primavera árabe superara la
barrera del Mediterráneo y pudiera insertarse plenamente en las aguas del Golfo
alcanzando a sus similares en Bahrein, Arabia Saudí e Irán, cuyas elites
estarían enfrascadas en “su propia liberación de Siria”, creando espacios de
acción que la colectividad en las calles de aquellos países, pragmáticamente,
también está esperando.
Este es el dilema de la
intervención en Siria, y la importancia de ese pueblo para la región, un pueblo
que está dando literalmente su sangre y su vida para alcanzar el estado de
liberación permanente que muchos vecinos han comenzado a dar y están tratando
de mantener ante la llegada del oportunismo islamista que está a prueba en el
gobierno y ante la exigencia de miles de árabes tunecinos y egipcios que
mantienen una agenda revolucionaria cuyo proceso llevará décadas para gestarse.
Links recomendados
NADIM SHEHADI. “Revolution or civil war? The battle of
narratives in Syria”. 29 de marzo de 2013. Disponible en http://www.opendemocracy.net/opensecurity/nadim-shehadi/revolution-or-civil-war-battle-of-narratives-in-syria,
consultado el 1 de mayo de 2013.
JOSE MIGUEL
CALATAYUD. “El primer ministro turco
afirma que Siria ha usado armas químicas”,
2 de mayo de 2013. Disponible en
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/05/02/actualidad/1367495755_573663.html,
consultado el 2 de mayo de 2013.
SAAD ABEDINE:
“Hezbolá intervendrá en Siria si los extranjeros amenazan al régimen”, 1 de mayo de 2013, disponible en http://mexico.cnn.com/mundo/2013/05/01/hezbola-intervendra-en-siria-si-los-extranjeros-amenazan-al-regimen,
consultado el 2 de mayo de 2013.
BASSAM
HADDAD. “The Idiot's Guide to Fighting
Dictatorship in Syria While Opposing Military Intervention”, 20 de enero de
2012, disponible en http://www.jadaliyya.com/pages/index/4065/the-idiots-guide-to-fighting-dictatorship-in-syria, consultado el 1
de mayo de 2013.