Por
qué los medios de comunicación hablan de “hiperinflación” en Irán cuándo el
gobierno tiene el control absoluto de la economía nacional? Hablar de economía
en Irán aún es impredecible. El gobierno y los administradores de las bonyad son
los únicos actores que tienen las cuentas claras sobre la cantidad de dólares,
riales y tomanes que circulan a diario en el país.
Si
bien las sanciones de Occidente han impactado en algunos sectores de la
sociedad, es la clase media iraní la que ha resentido más dichas sanciones, aquella
clase donde se encuentran los iraníes con más ideas “pro occidentales” y que
están a favor de una “primavera iraní” que reforme sustancialmente a su actual sistema
gobierno. Por lo tanto, las sanciones de Estados Unidos, al empobrecer a la
gente que puede hacer esto posible, paradójicamente están minando la
posibilidad de desestabilizar al gobierno mediante revueltas sociales.
De
hecho, las sanciones occidentales están ayudando a posicionar mejor al mismo
gobierno a pesar de que los medios estadounidenses hablen de una supuesta “hiperinflación”.
En efecto, el colapso de la economía iraní está más lejos que nunca, sobre todo
al tratarse de un país petrolero, con renta, con el control de la economía
interna y externa, medios de comunicación y cambio de divisas mediante el banco
central.
Si
bien el rial iraní ha estado en caída libre frente al dólar estadounidense,
esto no es ninguna causa de la inflación. De hecho, en la economía mayoritaria
de las clases bajas los dólares ni siquiera son realmente un medio esencial de
intercambio. El rial y el toman siguen siendo el medio por el cual los iraníes
de las clases menos favorecidas perciben sus ingresos, van y compran comida, y mantienen el gasto
familiar para otros productos, productos esencialmente subsidiados por el dinero del
petróleo iraní.
El
interés del gobierno es entonces que las sanciones no lleguen a los sectores
pobres de la sociedad ya que es ahí donde se tiene su principal bastión electoral,
populista y de movilización social a cambio de la dotación de dinero en riales constantes y sonantes. Así, la leche, el pan, las medicinas y otros productos básicos son productos subsidiados por el gobierno, los cuales se compran en
riales en las tiendas y farmacias locales. Si bien el trigo iraní se paga en
dólares, ese trigo lo compra el gobierno con sus reservas de divisas petroleras,
incluso, a los Estados Unidos¡¡
En
otras palabras, en Irán los dólares son suministrados a la economía con el
dinero que se gana en la bolsa de Kish y el pan no se paga en dólares. Esto significa
que Irán puede valuar, devaluar y re valuar el rial como le plazca, esto
mientas siga vendiendo petróleo.
Lo
anterior explica por qué la gente del bazar en Irán está tan molesta. Este es
el tipo de gente que está siendo afectada y que, mientras siga perdiendo poder
económico, permitirá entonces que el gobierno gane las posiciones que ellos
pierdan. Estados Unidos apuesta a una revuelta de un sector muy sensible en la
política y economía del país como lo es el bazar, pero si el bazar no tiene recursos esta apuesta no va a funcionar. De ahí
un dicho sabio entre los iraníes, que no intenta ofender a nadie, y dice: “a los árabes
saudíes les dan dinero y entonces paran su revolución, a
nosotros dennos dinero y hacemos la revolución”.
Gente
que trabaja y depende del bazar, es el tipo de gente cuya economía depende casi
totalmente de la existencia y estabilidad de dólares. La destrucción de la
clase media iraní puede ser un proceso que ayude al gobierno a fortalecer su
posición en la política y economía nacionales ya que se trata del único actor
que permanece fuerte ante las sanciones. Pero, si las sanciones no son la causa
de la inflación, ¿por qué los precios en ciudades como Teherán o Isfahán son
tan altos?
Una
causa directa, y tal vez la única, de la alta inflación en Irán es la misma
política interna del gobierno de Ahmadineyad. Sus políticas de “dinero fácil” se
han caracterizado por la distribución de grande sumas de efectivo (provenientes
de la riqueza petrolera) entre su base electoral, todo con fines políticos, lo
cual ha llevado a una inflación acelerada en la economía nacional.
La
oferta de dinero en la economía iraní o, en otras palabras, cuando la gente
tiene dinero, hace que los precios suban y absorban el valor de las
subvenciones, lo que al final acelera la economía pero no hace que los precios
regresen a su valor original. Ese ha sido el verdadero problema del gobierno,
es decir, que no puede recuperar el dinero que se invierte en la base popular cuando
la inflación no regresa a su estado original. La ganancia espera ser traducida
en votos, sobre todo cuando nos acercamos a las elecciones presidenciales el
año próximo.
En
síntesis, no es lo mismo hablar de inflación (precios altos generados por el
dinero que ha invertido el Estado con fines populistas) que hablar de hiperinflación
(un proceso de inflación acelerada y totalmente incontrolable por las
autoridades). Y es aquí donde la
verdadera devaluación del rial se devela.
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