La llegada de Rouhani a Nueva York ha causado que los reflectores
giren alrededor del posible encuentro entre él y su homólogo
estadounidense. Y es que la liberación de presos iraníes por parte de la
nueva administración así como las declaraciones sobre la imposibilidad
de hacerse con armas nucleares impone un toque de cortesía persa al
encuentro del nuevo presidente iraní con los líderes del mundo en la
Asamblea de la ONU.
A pesar de las tendenciosas
noticias de CNN y la incredulidad del Primer MInistro israelí, la
opinión pública internacional habla del "cambio diplomático iraní" y del
"giro de estrategia" en la cuestión nuclear. Es más fácil asentar ante
un líder elocuente y poliglota como Rouhani que ante un político
populista como Ahmadineyad quien, por cierto, debe estar preparándose para regresar a la escena política en el siguiente período presidencial. Se trata sin duda, de una referencia para activar la conformtación internacional con Irán.
Mientras tanto se deben esperar las declaraciones oficiales. Ver las posturas, las casualidades de los encuentros (si las hay) y las cortesías públicas donde, aquí sin duda, se impondría la persa dado el discurso que viene manejando Rouhani desde que llegó al poder. Obama viene de una sacudida política en el caso de Siria por lo que responderá bien a una cortesía, hecho que se ha previsto por la agenda entre los monisytros de exteriores de ambos países y la fortaleza de una agenda que promete, incluso, el establecimiento de relaciones diplomáticas a largo plazo, claro está, pasando por temas de alto nivel como la cuestión siria, la palestina y la nuclear, cuestiones nada fáciles que encuentran el común denominador que es, junto con otros países de la región, evitar que Irán, sus vecinos del Golfo, Turquía, y los propios Estados Unidos, caigan en "la amenaza de la ola de revueltas sociales que han azotado a todos los actores desde diciembre de 2010. (Debemos recordar que el índice de pobreza en Estados Unidos se ha disparado enormemente en los últimos años).
Es claro que las políticas de seguridad nacional en Irán no cambiarán mucho con la llegada de Rouhani. Que el programa nuclear es clave en dicha política y que el apoyo a grupos opositores a los occidentales en Siria, Bahrein, Yemen y Palestina es parte de la negociación. Además, grupos fuertes en la política interna iraní como el de Qasem Suleymani, Firuzabad y el mismo Jamenei, son grupos que, como Netanyahu en Israel, no creen mucho en la política de reconciliación y aproximación que busca Rouhani públicamente. Sin embargo, hay líderes que también creen que hay que sacar provecho de las coyunturas, de las circunstancias y del ambiente político en el que, con una región indenciada más vale apagar el fuego que jugar con él.
En esta reunión se sacan a colación políticas negociadoras de ambos lados. Se recuerda el nobel de Obama, y se recuerda al Imam Hassan que era más negociador que su hermano Hussein, un poco más militante y recordado por muchas generaciones. Lo interesante es que en pocos días de revuelo, se ha conseguido más proximidad entre ambos actores que en 8 años de gobierno de Ahmadineyad , y que las expectativas ahora son tan altas que Rouhani ha expresado mensajes escritos en el Washington Post y en el twitter ¡¡¡¡ (algo muy simbólico también al pensarse que este tipo de herramientas sigue satanizado en Irán mucho más elaboradas que los simples mensajes de año nuevo que Obama lanzaba en Nowruz para los iraníes en los que les invitaba a usar sofware libre.
Ancioso de escuchar los discursos y de ver cómo las cortesías pueden devenir en hechos para sus relaciones exteriores, pienso que los lobbies sionistas y saudíes no tendrán el mejor humor en este encuentro salvo algo que ellos mismos provoquen, como suele pasar, algpun tipo de altercado (a veces por consentimiento de los mismos estadonidneses e iraníes quienes suelen llevar políticas internas y externas muy similares¡¡)
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