Es un primer paso. Lo más difícil está por venir. Hay un grupo de conservadores en ambas partes que está muy dañado por este pacto y que hará hasta lo imposible por sabotearlo. Abol Qasem Soleimani, Rohallah Hoseinian y Hossein Shariatmadari por el lado iraní, Netanyahu y su séquito por el lado israelí, entre otros.
Pero mientras esto ocurre, el pacto se debe celebrar porque la gente a favor de la negociación ha recibido un gran aliciente, es decir, demostrar que Irán no es un Estado tan irracional como decía Netanyahu (quien por cierto ha mostrado no saber mucho de HIstoria en sus últimas apariciones públicas) y que un acuerdo de esta magnitud, aunque temporal, da oxígeno puro a un régimen iraní que estaba siendo asfixiado por la turbulencia interna (economía débil, movilizaciones sociales, inflación) y la presión externa (sanciones, aislamiento económico, devaluación de la moneda frente al dólar).
Pero mientras esto ocurre, el pacto se debe celebrar porque la gente a favor de la negociación ha recibido un gran aliciente, es decir, demostrar que Irán no es un Estado tan irracional como decía Netanyahu (quien por cierto ha mostrado no saber mucho de HIstoria en sus últimas apariciones públicas) y que un acuerdo de esta magnitud, aunque temporal, da oxígeno puro a un régimen iraní que estaba siendo asfixiado por la turbulencia interna (economía débil, movilizaciones sociales, inflación) y la presión externa (sanciones, aislamiento económico, devaluación de la moneda frente al dólar).
El acuerdo se resume en que:
"Irán tiene derecho, como cualquier otro país firmante del TNP, a enriquecer uranio a no más del 5% mientras suspenderá el enriquecido a 20%. A cambio, Estados Unidos fortalecerá a través de la AIEA el monitoreo de las instalaciones iraníes y será casi imposible no saber lo que pasa ahí debajo de las tierras en Fordow y Natanz".
"Irán tiene derecho, como cualquier otro país firmante del TNP, a enriquecer uranio a no más del 5% mientras suspenderá el enriquecido a 20%. A cambio, Estados Unidos fortalecerá a través de la AIEA el monitoreo de las instalaciones iraníes y será casi imposible no saber lo que pasa ahí debajo de las tierras en Fordow y Natanz".
Sin duda, lo más significativo de esto, es que la idea de una intervención militar está temporalmente fuera de lugar y que no habrá más sanciones a Irán al menos, en estos seis meses. Esto abre un nuevo capítulo en la historia entre Irán y Occidente un tanto por el cambio de estrategia impulsado desde el equipo de Rouhani pero sobre todo, debido al empuje que la sociedad en Oriente Medio ha hecho a través de sus revoluciones.
Si, ha sido la gente quien ha cambiado el rumbo de la geopolítica de la región. Ha sido el empuje de la sociedad siria, iraní y egipcia, entre otras, lo que ha hecho repensar los viejos modelos de balance de poder en las mentes de los negociadores. Fue y es la sociedad iraní la que no toleraría otro fraude electoral y la que llevó realmente al régimen actual a cambiar el modelo de enfrentar a Occidente mediante la diplomacia y el cálculo negociador. Fue y es la sociedad siria la que tiene a Al Assad negociando su supervivencia y lo que ha hecho que Rusia acepte este cambio en su aliado irani. Es la sociedad egipcia la que puso a temblar a Netanyahu y lo que ha tenido serias implicaciones en la posición estadounidense en la región al ver que Egipto se acerca cada vez más a Rusia desde junio de este año. Ha sido la protesta masiva en las calles una de las productoras de estos cambios.
Por eso la sociedad iraní es la gran vencedora por el momento. Gracias a la presión social, se han venido abajo diversas tesis que mantenían mal informada a la opinión pública sobre este tema tales como el hecho que Irán era un actor que "no podía negociar", y con el cual "no se podía hablar". Se ha venido abajo la tesis que habla sobre "la guerra inevitable en las aguas del Golfo Pérsico", y también, aquella que enunciaba que "Irán tendría la bomba nuclear en breve".
http://lunaticoutpost.com/Topic-ISRAEL-ISSUES-WARNING-TO-IRAN |
La capacidad nuclear de Irán ha crecido desde hace 10 años y nadie se la está arrebatando. Israel seguirá señalando esta característica e intentará sabotear este acuerdo. Los actores en contra de este acercamiento planearán más atentados como los que han acontecido en la embajada de Irán en Beirut y otros que han cobrado la vida de científicos nucleares en Teherán en años anteriores. De hecho, históricamente se ha visto que cuando Irán y Estados Unidos intentan acercarse una serie de atentados son esperados en Irán para poner en tela de juicio a los actores conciliadores y recriminar que el aumento de la violencia interna es proporcional a la reducción de la distancia con el extranjero.
Sin embargo, el capital iraní que se ha liberado para pagar estipendios a estudiantes en el extranjero, la cooperación en el sector aeronáutico, el congelamiento de las sanciones y el reinicio de las ventas petroleras a Occidente, son un capital que la República Islámica necesita para sobrevivir, por lo que en caso de que brote un colapso de violencia al interior de Irán, será poco probable que sea causado por el mismo gobierno como en el caso de la administración de Jatami. Ahora hay actores más interesados en esa violencia interna que siempre han buscado la inestabilidad del régimen tales como Arabia Saudí e Israel, por lo que, a pesar de este acercamiento, las medidas de seguridad en el país se incrementarán, esto en orden de garantizar el respeto del acuerdo.
Aún hay muchas cosas por trabajar. Quedan pendientes las sanciones a los bancos de los Pasdaran y revisar las reacciones de los clásicos aliados de EEUU en la región, Arabia Saudí e Israel, quienes se sienten traicionados y quienes, por cierto, han minado cualquier tipo de protesta al interior de sus territorios.
A la par de esto, el acuerdo con Irán sigue llamando la atención que no se le presta a la cuestión palestina, el potencial nuclear israelí, la violación de derechos humanos en Arabia Saudí, los altos índices de pobreza en Estados Unidos y la falta de entusiasmo por una ZLAN en Oriente Medio. Temas que deben ser tomados, tarde o temprano, tal como se ha tomado "la cuestión nuclear".