A raíz de la caída de Hosni Mubarak, la cuestión en la que muchos ciudadanos, académicos y otros líderes egipcios trabajan es en la mejor manera de llevar a cabo su transición hacia la democracia. Muchos jóvenes que participaron en la creación de la revolución egipcia y que tuvieron un éxito impensable[1], en los últimos días de marzo habían acudido a talleres de capacitación sobre mecanismos de elección popular, transparencia, así como de otras actividades relacionadas con la rendición de cuentas y los derechos humanos. La organización popular en las protestas, misma que se manifestó en los esfuerzos por cuidar las casas, calles y alrededores de los barrios[2] así como en la venta y distribución de medicinas (generalmente un negocio controlado por la población copta) hacia las mezquitas y hospitales, hoy en día redobla esfuerzos con el compromiso de «salvaguardar su revolución» y participar directamente en la construcción del destino político de su país.
Instituciones como la Universidad del Cairo, el Center for Political and Strategic Studies Al Ahram y el Center for Strategic and Future Studies de Medinat Nasr -citando algunas instituciones en la capital egipcia- han promovido diversas actividades encaminadas a la construcción de unas elecciones (parlamentarias y presidenciales) limpias para finales de este año[3]. Por citar un ejemplo, el seguimiento al referéndumdel pasado 19 de marzo donde la población egipcia pudo ejercer su opinión sobre aceptar o no una serie de reformas a la constitución (entre ellas las modificaciones para limitar a dos los mandatos del presidente y reducir los requisitos para ser candidato al cargo), ha permitido generar intensos debates dentro y fuera de Internet sobre dicho fenómeno y presentar el nuevo interés que el ciudadano egipcio va recobrando en la celebración de elecciones dejando atrás el pesimismo que reinaba en tiempos del voto ignorado y la desconfianza en el antiguo régimen[4].
Estos ensayos democráticos han permitido a Egipto dar sus primeros pasos para hacer frente al reto de los próximos meses, es decir, lograr la construcción de una cultura democrática y el fortalecimiento de instituciones que velen por el futuro del país en cualquier rubro, desde lo económico y militar hasta el académico y sindical, con base en el diseño de un proyecto de nación que contemple acceso a la rendición de cuentas, transparencia jurídica en derechos y garantías individuales y una economía política libre de corrupción y clientelismos[5].
Sin embargo, durante este proceso todavía se han dejado ver piedras en el camino. Una de ellas ha sido el papel del ejército como garante de la seguridad y la distribución de justicia, el cual ha dejado mucho que desear entre la población egipcia en los últimos meses. Un hecho concreto que deja constancia de lo anterior es el informe «The army and the people never were one» publicado por la página web del activista Maikel Nabil Sanad[6], en el cual declara que los militares egipcios se habían encargado de suministrar municiones a la policía que estaba tratando de reprimir las revueltas en una primera etapa de la revolución (del 25 de enero al 29 de enero), que además participó en la detención, el encarcelamiento e incluso la tortura de muchos manifestantes en varios intentos por invadir la plaza de Tahrir durante una segunda etapa (del 29 de enero al 11 de febrero) y que ahora trabaja en el monopolio de los medios de comunicación, la prohibición de tomar fotografías en el centro de la ciudad y algunas incitaciones a la obediencia por medio de las empresas de telefonía celular vía mensajes cortos en la etapa actual (desde la caída de Mubarak hasta hoy)[7].
A dicho informe se agregan numerosas acusaciones de otros manifestantes en contra del ejército egipcio ante detenciones injustificadas y abuso de poder, actos de tortura inclusive. Así, la gente ha puesto en tela de juicio las actividades del ejército egipcio en sus labores policiales aumentando con ello la preocupación por la administración de justicia en las calles de la capital. Lo anterior se complementa con lo anunciado por el ejército el 22 de marzo de 2011 cuando prohibió cualquier tipo de manifestación o huelga bajo penas de prisión o severas multas[8], lo cual no causaría más que el descontento popular y la organización de más movilizaciones al paso de los primeros días del mes de abril[9].
En lo que respecta al ambiente internacional, la expansión de la «primavera árabe» a ciertos países considerados como «estratégicamente sensibles», ha hecho que algunas potencias interfieran en dichos procesos (ya sea política, con inteligencia o militarmente) con el fin de mantener sus intereses en la zona, hablando específicamente de países como Estados Unidos, Israel, Arabia Saudí e Irán. Mientras Barack Obama inició con una serie de discursos a favor de la libertad y la democracia en los pueblos de Siria y Egipto (a la par de encabezar junto con la OTAN una intervención militar en Libia), sus declaraciones sobre países como Bahréin o Yemen se han mantenido muy al margen de dichas crisis y sus acciones diplomáticas muy lejos de impulsar alternativa alguna en el seno del Consejo de Seguridad tal como ocurrió en los casos de la resolución S/RES/1973 contra Gadafi y últimamente con el borrador en revisión contra Al Assad en Siria. Hasta el momento, las violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas armadas bahreiníes y saudíes en Manama han dejado entre dicho la falta de voluntad y el poco interés geopolítico para atender aquellas protestas populares debido a que, entre otras cosas, no resulta gratificante poner en la cuerda floja al régimen aliado que alberga la quinta flota de las fuerzas navales estadounidenses que operan en el Golfo Pérsico, el Mar Arábigo y la Costa de África del Este, lugares estratégicos de contención de países no aliados como Irán y de flujo de mercancías e hidrocarburos para el andamiaje de la economía internacional[10].
En lo que respecta a Irán, diversas fuentes afirman que el régimen de Jamenei ha participado directamente en el apoyo a las protestas en Bahréin haciendo una campaña informativa a través de la cadena de televisión Press TV, la cual cubre muy bien lo acontecido en dicho país árabe a diferencia de la pobre cobertura y crítica de lo ocurrido en Damasco y Alepo. La tendencia informativa que se percibe sobre Siria y Bahréin puede ser un indicador de ciertos consensos en las elites de las Potencias regionales para evitar que los regímenes de Al Assad y la familia Califa caigan, pues a nadie (excepto a los pueblos sirio y bahreiní) conviene que dicho fenómeno ocurra. Siria ha sido, junto conHezbollah en Líbano, la puerta de entrada de Irán al Mediterráneo y un aliado incondicional contra la retórica de Estados Unidos e Israel en la zona; mientras que Bahréin se ha convertido en un punto crítico para mantener la «estabilidad» entre las petrocracias del Golfo ante la «primavera árabe». Así, el consenso podría radicar en evitar que Irán influya en las protestas bahreiníes a cambio de que tampoco se apoye a los «rebeldes» en el caso sirio[11].
Así, las intenciones de Egipto ahora estarán puestas en mantener la mayor independencia posible ante dicho panorama. Si es posible recordar los eventos de política exterior más importantes en el país desde la salida de Mubarak hasta hoy, es decir, la visita de Murad Mawafi a Siria, la autorización a varios líderes de Hamas para asistir a una reunión en Damasco vía el aeropuerto del Cairo y posteriormente la mediación entre Hamas y Al-Fatah para la unidad palestina, el permiso para el paso de un buque iraní por el Canal de Suez[12], una neutralidad con el caso Hariri en Líbano y la elección de Sudán como primer destino extranjero del primer ministro Essam Sharaf, se podrá percibir el intento egipcio por construir una nueva política con base en sus intereses primordiales tales como la delimitación del agua del Nilo como prioridad de seguridad nacional, la recuperación de su peso regional en su zona de influencia y la obtención de un margen de maniobra más amplio principalmente con respecto a la cuestión palestina, independientemente de las presiones de otros estados extra territoriales en el conflicto, todo esto siguiendo un poco la senda de lo que hace Turquía en su respectiva región al mantener relaciones con Estados Unidos, Israel e Irán a pesar de la disputa política entre aquellos Estados[13].
No obstante lo anterior, es probable que Egipto pueda ser blanco de presiones por parte del eje Washington-Tel Aviv para moderar la conducción de su política exterior y virar hacia un rumbo parecido al que se tenía con Mubarak[14], pues Estados Unidos e Israel no ven con buena perspectiva un nuevo Egipto que no apoye sus respectivas políticas en Irán, Iraq y Gaza, por lo que al mantener una política exterior independiente que logre exportar los valores con los que la política interna de Egipto pretende construirse Occidente estaría en la posición de perder uno de sus aliados más importantes en la región.
No está de más agregar que, dentro del eje del consenso popular las demandas de derechos sociales y políticos en la población siguen siendo primordiales, las protestas internas en Egipto han mandado claros mensajes concernientes al exterior o, por lo menos, a su política regional, anunciando en sus demostraciones su compromiso con el pueblo palestino al pugnar por el respeto a los derechos humanos en Gaza, la unidad palestina y el rechazo a la colonización israelí, y el apoyo a otras causas árabes tales como el apoyo al pueblo iraquí en su rechazo a la presencia armada estadounidense, el apoyo a las demandas de democratización y mejor distribución de la riqueza en Bahréin y la solidaridad con el movimiento para derrocar al régimen de Al Assad en Siria además de las consignas a favor de la salida de Ali Abdullah Saleh del poder en Yemen, un sumario que permite notar un consenso entre los diferentes pueblos árabes y la reconfiguración política sobre su región, fenómeno que tenía tiempo de no verse desde el auge panarabista de la época de Gamal Abdel Nasser o la opinión extendida y a favor de los palestinos en su conflicto con Israel[15].
En este orden de ideas y recapitulando, una revolución que surgió sin líderes ahora deberá construir no sólo un gobierno fuerte al interior, sino también un liderazgo regional sólido para mantenerse independiente de los factores externos que la amenazan tales como la presión externa de Estados Unidos y de otros organismos que fomentan las políticas neoliberales causantes de la crisis económica actual tales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial o la intromisión de potencias regionales como Irán que buscarán en la salida de Mubarak una oportunidad para fortalecer su retórica y geopolítica en la región[16], además de factores internos como la reorganización de toda una cúpula de poder que controle nuevamente los recursos del Estado (y con ello una nueva mala distribución de los mismos), el rapto de las libertades reclamadas por los jóvenes por parte de las nuevas autoridades, entre otras. Muchos jóvenes, sobre todo jóvenes en Egipto, aún tienen esperanzas de que esto suceda y trabajan día y noche para señalar anomalías en el proceso de esta construcción, cuestión que para algunos analistas se torna como un renacimiento, no sólo político sino también social, al ver la plural participación de diversos estratos sociales, sin divisiones confesionales o étnicas y con una esperanza política en común.
Egipto vive un momento de «euforia responsable» donde tal vez puedan nacer partidos políticos nuevos con base en los jóvenes que hasta este momento no participaban en ninguna organización existente. No obstante, por supuesto que también hay miedos: miedos a la radicalización, al caos parcial, a que el nuevo Estado no pueda cumplir con las aspiraciones mínimas de la gente tal como ha sido el caso de otras experiencias de transición en el mundo (ya sea por revoluciones, injerencias armadas, elecciones u otros procesos) que no han logrado cumplir con tales retos y cuya transición a la democracia no terminó por completarse, tal ha sido el caso de Iraq, Pakistán, Irán y México, y otros países que, aunque con historias diferentes, de uno u otro modo han experimentado «cambios en el nombre de la democracia» pero donde problemas como corrupción, violencia, desempleo y descontento político han prevalecido a pesar de dicha experiencia.
Así, el verdadero reto egipcio será cómo responder a las aspiraciones de su población, cómo mejorar los servicios básicos, cómo acomodar a los islamistas en un nuevo aparato gubernamental (¿Otra vez podría voltearse a ver a Turquía?)[17], cómo rehabilitar el prestigio del ejército nacional en aras de mejorar su relación con la gente después de las elecciones pues, cómo se ha visto, el ejército debe funcionar como aval del proceso democrático y no como aparato represor, cuestión que recuerda más a la forma de trabajar de los aparatos de inteligencia que al ejército mismo, y así, mantener lo que para muchos árabes representa el modelo egipcio de resistencia, es decir, la movilización pacífica, organizada, con un lenguaje contestatario muy marcado (الشعب يريد اسقاط النظام «El pueblo quiere desmantelar al sistema» o ارحل «¡Vete!» ) una colaboración en la protesta sin divisiones étnicas, religiosas o sociales y muy importante, una vigilancia permanente para completar la transición a la democracia que tanto se ha buscado y que el sueño del 25 de enero convirtió si no en un paradigma, sí un modelo a seguir y una fuente de inspiración política a considerar para otras reivindicaciones legítimas en Oriente Medio.
Referencias
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Held, C. C., Cotter, J. V., & Cummings, J. T. (2011). Middle East patterns: Places, peoples, and politics (5th ed.). Boulder, CO: Westview Press.
Nabil, Maikel., The army and the people never were one, March 8, 2011, disponible enhttp://www.maikelnabil.com/2011/03/army-and-people-wasnt-ever-one-hand.html, consultado el 9 de abril de 2011.
Redacción Periodistas en Español. «Egipto: Prohibidas las huelgas y manifestaciones en la transición política», Periodistas en Español, 26 de marzo de 2011, disponible enhttp://www.periodistas-es.org/politica/egipto-prohibidas-huelgas-y-manifestaciones-en-la-transicion-politica, consultado el 8 de abril de 2011.
Salaita, S. (2011). Modern arab american fiction: A reader’s guide (1st ed.). Syracuse, N.Y.: Syracuse University Press.
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أبو شامة وخالد محمود. مليونية جديدة للرحيل رغم خريطة الطريق, لاربعـاء 06 ربيـع الاول 1432 هـ 9 فبراير 2011 العدد 11761
http://www.aawsat.com/details.asp?section=1&issueno=11761&article=607534
(«Una nueva millonaria pide la salida de Mubarak a pesar de la hoja de ruta», Sharq al awsat, 9 de febrero de 2011, consultado el 28 de marzo de 2011)
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الجزيرة, ^الجيش يفض بالقوة اعتصاما بميدان التحرير^ , السبت 6/5/1432 هـ – الموافق 9/4/2011 م (آخر تحديث) الساعة 9:24 (مكة المكرمة)، 6:24 (غرينتش(, انظر في
http://www.aljazeera.net/NR/exeres/56DBD67D-3A98-4EF2AC80-5FAE82093A6A.htm?GoogleStatID=1.
(«El ejército dispersa por la fuerza un plantón en Midan Tahrir», Al Jazeera, 9 de abril de 2011, consultado e 28 de marzo de 2011).
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(«El ejército dispersa por la fuerza un plantón en Midan Tahrir», Al Jazeera, 9 de abril de 2011, consultado e 28 de marzo de 2011).
محمد عجم , «الشومة» و«النبوت».. تجارة تنتعش في مصر لتعويض غياب الأمن, الاربعـاء 28 صفـر 1432 هـ2 فبراير 2011 العدد 11754, انظر في
http://www.aawsat.com/details.asp?section=4&issueno=11754&article=606545
(«Al shuma y al nabut…. comercio crece en Egipto para hacer frete a la inseguridad],Sharq al awsat, 2 de febrero de 2011, consultado el 10 de abril de 2011)
http://www.aawsat.com/details.asp?section=4&issueno=11754&article=606545
(«Al shuma y al nabut…. comercio crece en Egipto para hacer frete a la inseguridad],Sharq al awsat, 2 de febrero de 2011, consultado el 10 de abril de 2011)
NOTAS
[1] Wail Ganem, quien lanzó la convocatoria de las protestas del 25 de enero vía Facebook, al momento de aparecer el 9 de febrero en la Plaza Tahrir (donde los manifestantes lo recibieron a manera de héroe) y tras ser liberado por las fuerzas de seguridad del régimen egipcio señalaba: «Cuando hice la página (todos somos Khaled Said) en el Facebook yo era un soñador, pero ahora estoy convencido de que todos los que estamos aquí soñamos juntos» إلى ذلك، ظهر أمس في ميدان التحرير الناشط وائل غنيم الذي أطلق الدعوة لاحتجاجات 25 يناير، واستقبله المحتجون في الميدان استقبال الابطال. وقال في أول مشاركة له في المظاهرات بعد اطلاق سراحه من قبل قوات الامن: «عندما أنشأت صفحة (كلنا خالد سعيد) على الفيس بوك كنت حالما وأنا مقتنع بأننا كلنا حالمون. Véase la versión completa consultada en árabe consultada el 28 de marzo de 2011 en
أبو شامة وخالد محمود. مليونية جديدة للرحيل رغم خريطة الطريق, لاربعـاء 06 ربيـع الاول 1432 هـ 9 فبراير 2011 العدد 11761 http://www.aawsat.com/details.asp?section=1&issueno=11761&article=607534
[2] Una crónica del citado periódico al-Sharq al-Awsat nos habla del uso del «garrote» o «bastón» como herramienta de defensa por parte de los ciudadanos egipcios para hacer frente a posibles actos de violencia, robo y otros delitos ante el hueco de seguridad que se abrió en los días de las protestas. La gente compraba estas populares, herramientas para defender su casa o su barrio organizada en comités y rolando horarios de guardia.
«النبوت» «الشومة»، و«العكاز»… أسماء تعرفها الثقافة الشعبية المصرية، فهي أسماء لأنواع من «العصي» تستخدم في الدفاع عن النفس وفي بعض الألعاب الاستعراضية التقليدية، وقديما كان يستخدمها الفتوات في الحارة المصرية لفرض وبسط سيطرتهم على غيرهم. تعود هذه المسميات حالياً لتستخدم من جديد بين المصريين، بعد ان قام الكثير منهم باللجوء إليها للدفاع عن أنفسهم ومنازلهم مع غياب عناصر الأمن عن الشارع المصري بعد المظاهرات الاحتجاجية المندلعة منذ يوم 25 يناير (كانون الثاني) الماضي.«النبوت» «الشومة»، و«العكاز»… أسماء تعرفها الثقافة الشعبية المصرية، فهي أسماء لأنواع من «العصي» تستخدم في الدفاع عن النفس وفي بعض الألعاب الاستعراضية التقليدية، وقديما كان يستخدمها الفتوات في الحارة المصرية لفرض وبسط سيطرتهم على غيرهم فمع استجابة أهالي المدن والأحياء المختلفة لتكوين «لجان شعبية» تتولى مهمة الدفاع وحماية المنشآت العامة والخاصة من اللصوص والخارجين عن القانون، لم يجد هؤلاء الأهالي سوى هذه الأدوات البسيطة لتسهيل مهمتهم خلال ساعات الليل.وهو الأمر الذي جعل تجارة هذه العصي تنتعش من جديد، ويصبح لها سوقاً خاصة تظهر في شوارع القاهرة إلى جانب عدد من المدن والمحافظات المصرية.
Véase el original en árabe consultado el 28 de marzo de 2011 en
محمد عجم , «الشومة» و«النبوت».. تجارة تنتعش في مصر لتعويض غياب الأمن, الاربعـاء 28 صفـر 1432 هـ 2 فبراير 2011 العدد 11754, http://www.aawsat.com/details.asp?section=4&issueno=11754&article=606545
[3] Véase por ejemplo la página de esta última institución en árabe e inglés:http://www.icfsthinktank.org/English/Default.aspx?lang=en, consultado el 1 de abril de 2011.
[4] Dicho debate mostró la inconformidad de cierto porcentaje de la población por las enmiendas constitucionales y expresó su opinión a favor de la redacción de una nueva carta magna para romper por completo con el viejo régimen de Mubarak. Mohmmed Al Baradei es uno de los líderes políticos que encabezan dicha posición para evitar casos como el de las elecciones octubre pasado donde Mubarak había dicho conseguir un supuesto 97 por ciento de los votos, lo cual es imposible dada la tendencia política de la gente en esos momentos.
[5] Durante el régimen de Mubarak las protestas entre los egipcios eran poco numerosas, se conocían entre voces los mecanismos de tortura del régimen para intimidar a los protestantes, generalmente obreros y jóvenes quienes eran reprimidos cada vez que salían a las calles (además de que las protestas convocaban miles de personas pero sólo aparecían cientos de ellas, como el caso de los llamamientos por Facebook de 2008 organizados por el Movimiento Kifaya, los cuales tuvieron buena aceptación pero al final fracasaron). Sin embargo, una de las protestas más fuertes (para muchos detonante importante del llamado popular del 25 de enero), fue la protesta en contra de la muerte de Khaled Saeed, un cibernauta crítico del régimen que fue asesinado en junio de 2010 y cuya muerte causó indignación entre la población egipcia, primero en Alejandría y luego en Cairo, población que bajo el lema «todos somos Khaled Saeed» salió a las calles ese mismo mes reuniendo cerca de 20 mil personas en la capital egipcia.
[6] Maikel Nabil Sanad, de 25 años, vive en El Cairo, y es un activista político y blogger. En abril de 2009 fundó el «Movimiento de No al del servicio militar obligatorio». Como pacifista, declaró su objeción de conciencia al servicio militar y exigió quedar exento de él. Fue detenido el 12 de noviembre de 2010 por la policía militar, pero fue liberado dos días después, y finalmente quedó exento del servicio militar por razones médicas. Participó en las manifestaciones en la plaza Tahrir desde el principio. Tras la publicación de su informe en Internet, fue detenido el 10 de marzo de 2011 por la policía militar. Según su abogado, Nabil Sanad, está detenido y en espera de una investigación por cargos de «insultar a la institución militar y la publicación de noticias falsas sobre ella» y «perturbar la seguridad pública». Véase más en sus páginas de Facebook, la primera sobre su activismo y la segunda, a favor de su liberación; su página personal:
[7] Nabil, Maikel., The army and the people never were one, March 8, 2011, disponible en http://www.maikelnabil.com/2011/03/army-and-people-wasnt-ever-one-hand.html, consultado el 9 de abril de 2011.
[8] Redacción Periodistas en Español. «Egipto: Prohibidas las huelgas y manifestaciones en la transición política», Periodistas en Español, 26 de marzo de 2011, disponible enhttp://www.periodistas-es.org/politica/egipto-prohibidas-huelgas-y-manifestaciones-en-la-transicion-politica, consultado el 8 de abril de 2011.
[9] Agencia RIA Novosti, «La Plaza de Tharir del Cairo vuelve a ser centro de una gran protesta», RIA Novosti, 9 de abril de 2011, disponible enhttp://sp.rian.ru/international/20110409/148687897.html, consultado el 9 de abril de 2011. Véase sobre el cerco a la plaza de Tahrir en
الجزيرة, ^الجيش يفض بالقوة اعتصاما بميدان التحرير^ , السبت 6/5/1432 هـ – الموافق 9/4/2011 م (آخر تحديث) الساعة 9:24 (مكة المكرمة)، 6:24 (غرينتش(, انظر في
(«El ejército dispersa por la fuerza un plantón en Midan Tahrir», Al Jazeera, 9 de abril de 2011, consultado el 9 de abril de 2011).
[10] En ésta misma situación se encontraría Yemen, cuyo presidente Alí Abdullah Saleh ha desempeñado una política de alineación con los Estados Unidos en la Península Arábiga en general por su respaldo a la lucha contra el terrorismo y contra Al Qaeda en particular. Yemen es el país más pobre de los países árabes y su seguridad depende de la ayuda estadounidense misma que se ha visto rebasada ante la magnitud de las protestas populares donde la juventud demanda la salida del presidente, un cambio de régimen, la creación de un comité democrático como medio de transición a elecciones presidenciales y el respeto a los derechos humanos y de las mujeres, este último rubro liderado por uno de los íconos más reconocibles de la protesta en Yemen, Tawakul Kerman.
[11] No obstante, otras opiniones como la del profesor Hamid Dabashi, especialista en Estudios Islámicos de la Universidad de New York, contrastan lo anterior al afirmar que la elite iraní ciertamente participa en Bahréin no a favor de las protestas sino contra ellas al tratar de apaciguar una protesta que en mucho se parece a la que se tiene al interior del país desde junio de 2009 con el Movimiento Verde. Un triunfo de una revolución shía en Bahréin alentaría los esfuerzos de los jóvenes iraníes que están en la búsqueda del reconocimiento de derechos sociales y civiles por parte del régimen islámico. Ver por ejemplo Dabashi, Hamid., «The role of Islamic republic in Bahréin», Al Jazeera, May 27, 2011, disponible enhttp://english.aljazeera.net/indepth/opinion/2011/05/201152615949157661.html , consultado el 12 de junio de 2011.
[12] BBC News, «Iran warships sail via Suez canal amid Israeli concern», BBC News, 22 de febrero de 2011, disponible en http://www.bbc.co.uk/news/world-middle-east-12533803, consultado el 10 de abril de 2011.
[13] Theodoulou, Michael, «Egypt´s new government ready to renew country´s ties with Iran», The National, 6 de abril de 2011, disponible enhttp://www.thenational.ae/news/worldwide/middle-east/egypts-new-government-ready-to-renew-countrys-ties-with-iran, consultado el 9 de abril de 2011.
[14] Esto es una política exterior subordinada a los acuerdos entre Estados Unidos e Israel para negociar con mucha asimetría con la parte palestina, una política de seguridad basada en la ayuda militar recibida por Washington, y por lo tanto, una pérdida de peso regional considerable, una política económica basada en precios bajos y preferenciales para ciertos países como Israel de hidrocarburos (principalmente el gas), entre otras cuestiones relacionadas con la industria y el turismo.
[15] Al Sherbibi, «Egyptian protesters defy army», Gulf News, 10 de abril de 2011, disponible en http://gulfnews.com/news/region/egypt/egyptian-protesters-defy-army-1.789692, consultado el 10 de abril de 2011.
[16] Si el régimen de Al Assad en Siria se mantuviera en el poder y en Líbano las movilizaciones no florecen a corto o mediano plazo, un Egipto aliado de Irán pondría en jaque geopolítico al Estado de Israel pues mantendría una posición altamente disuasiva en términos geoestratégicos al verse rodeado geográficamente de tres aliados iraníes quedando la frontera con Jordania como un único acceso a un país aliado de Occidente.
[17] En Turquía, un país de corte laico, gobierna desde 2002 el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) de corte islamista. El primer Ministro del país, Recep Erdogan, ha gestionado políticas que han resignificado la relación entre Europa y «los islamistas» al dedicarse a liberalizar el país en términos políticos y económicos al tiempo de garantizar al interior el derecho individual de las prácticas religiosas. El partido islamista ha dejado ver a la antigua elite heredera del kemalismo como una élite no democrática partidaria de la intervención del ejército en tiempos de crisis, dejando claro que toda acción emprendida por el PJD ha tenido tintes democráticos, desde la victoria en las urnas durante las elecciones presidenciales hasta las propuestas de reforma constitucional emprendidas en los últimos años. Este modelo ha sido bien recibido por una mayoría de la población árabe, no sin antes decir que también tiene sus fallas en algunos temas de la realidad política turca tales como la cuestión de las minorías en el país principalmente la minoría kurda.
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Moisés Garduño García es profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y doctorando en Estudios Árabes e Islámicos por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
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