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domingo, 22 de abril de 2012

De Viena, Bagdad y Damasco: Irán y el G5+1 entre negociaciones y rumores en torno a la cuestión nuclear

Mantener solo 1000 centrifugadoras (de cerca de 9000 que clama tener la República Islámica), el cierre de la planta de Fordow en Qom, el control iraní de las Brigadas de Badr en Iraq y la aceptación del cambio gradual de régimen en Siria son las concesiones iraníes que varios sitios web iraníes simpatizantes de Ahmadineyad publican como un "acuerdo secreto" entre Irán y las Grandes Potencias, un acuerdo negociado y concretado en Viena previamente a los encuentros agendados en Estambul y Bagdad en este año. A cambio, Irán recibiría la promesa sólida de no ser atacado militarmente por Estados Unidos y el levantamiento gradual de las sanciones económicas. 
La fuente de estos sitios se basa en un artículo titulado "el león y el lobo" (donde supuestamente Ahmadineyad es el León y su oposición el viejo y derrotado Lobo) escrito por Abdol Reza Soltani en el cual señala que dos ex negociadores nucleares (Hossein Mosavian y Hassan Rouhani) habrían viajado a Viena para entrevistarse con personal de la AIEA y así construir el ambiente de entendimiento mutuo al que llegarían en las negociaciones de Estabul Irán y el G5+1. En estos viajes se haría una escala en Arabia Saudí para hacer la coordinación pertinente con los Árabes y los Estados Unidos sin precisar posibles entrevistas con los Ministros de Inteligencia o del Interior de la monarquía. Esto de ser verdad, corroboraría la idea del respaldo que gente cercana a Jatami y a Rafsanyani están dando al gobierno de Jamenei en su camino a concretar acuerdos limitados con Occidente.

Esta información constituye la segunda etapa en las que el artículo divide la lucha interna entre Jamenei y Ahmadineyad. La primera responde a la supuesta lucha entre ambos contendientes por el problema suscitado en la destitución y posterior re incorporación del Ministro de Inteligencia Heidar Moslehi en 2011, y esta segunda a una lucha en la que Ahmadinejad y sus simpatizantes critican al actual vocero del Parlamento, Ali Larijani, y otros de sus adversarios políticos como Mohsen Rezai. 



El asunto es que estos rumores, de ser verdad, podrían corroborar el simbolismo y la seriedad de aceptar a Bagdad como la sede de un acuerdo formal en la denominada "cuestión nuclear" debido al tan esperado reconocimiento por parte de Estados Unidos de la influencia que Irán juega en ese país y de la necesidad de trabajar juntos (en la medida de lo posible) en aquel lugar donde, desde el principio, si bien Irán no apoyó la invasión militar a Sadam Husein tampoco se opuso tácitamente a ello.

Lo anterior puede llevar a pensar que ni a Irán ni a las potencias les interesa, por ahora, un escenario bélico, si bien la iniciativa está sobre la mesa y actualizándose día a día. Pero, por otro lado, y de acuerdo con dichos rumores políticos, si es verdad que Irán ha aceptado el cambio de régimen en Siria, entonces el objeto a analizar no son solo las negociaciones secretas entre Irán y el G5+1 sino las negociaciones ultra secretas e inaccesibles para muchos más entre los países del propio G5+1, donde las partes rusa y china tendrían que haber tenido una buena respuesta sobre el cambio de régimen en Siria en relación al "cambio hacia dónde" "para quien" y "conducido por quienes" tras la falta de consenso político no solo dentro de la oposición siria sino del propio Consejo Nacional de Transición Siria.

Si bien Irán puede comprometerse a desconectar sus centrifugadoras, a controlar a sus mercenarios en Iraq y a cerrar una planta de enriquecimiento en Qom para no ser atacado militarmente y levantar las sanciones económicas, la pregunta es qué recibirían Rusia y China a cambio de apoyar un cambio de régimen en Siria después de haber vetado la resolución de la ONU en meses pasados al respecto, al darse cuenta de las millonarias inversiones que perdieron en Libia ante una situación similar?

La complejidad de Siria por el momento, pasa más por los intereses rusos y chinos que por el de los propios iraníes.  Irán debe dar cuenta de que si bien puede tener garantías de no injerencia en asuntos internos, no puede ganar el reconocimiento excepcional de potencia en asuntos globales porque actualmente hay otros actores de mayor peso a nivel internacional. Sin embargo, si la aceptación de Irán de este paquete mencionado puede verse como una señal de debilidad diplomática, la reciente visita de Ahmadineyad a la isla de Abu Musa (la primera visita de un presidente iraní en 20 años) re envía un mensaje disuasivo directo a los países árabes del Golfo, quienes han estado en constante búsqueda de una intervención armada en Siria y también han sido vetados, por el momento, por Estados Unidos y, relativamente, Turquía, único lugar por donde podrían pasar fácilmente las armas para los grupos que se pudieran armar en Siria. A la vez, Estados Unidos debe reconocer que confiar en Irán puede ser productivo y muchas veces más pragmático que seguir la política de contención con Israel, un aliado que ha dado muchos problemas a la administración de Obama y que ha llevado a niveles cada vez más bajos la imagen de aceptación estadounidense en la zona, algo en lo que, sin saber por qué se lo preguntan constantemente, se interesan mucho los estadounidenses.

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