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jueves, 24 de mayo de 2012

Próxima parada: Moscú

La cuestión nuclear sigue sin resolverse. En la ronda de negociaciones de Baghdad, ambos actores ofrecieron concesiones que el otro lado no aceptó, lo que ha llevado al proceso entero a desembocar en una nueva reunión en Moscú el 18 y 19 de junio entrantes.

En términos generales, las ofertas del G5+1 a Irán fueron muy pobres: asistencia en seguridad nuclear, combustible para un reactor de Isótopos para actividades médicas así como el otorgamiento de refacciones para aviones civiles. A cambio, Irán debía suspender el enriquecimiento de uranio al 20% y cerrar la planta de Fordow  que alberga lugar para cerca de 3000 centrifugadoras y la cual, tras una serie de evidencias que los Estados Unidos y el Reino Unido entregaron a la Agencia Internacional de Energía Atómica en 2009, Irán reconoció haber construido en secreto desde el año 2006.

Irán y el G5+1 han dejado pasar otra oportunidad más para resolver la tensión por vía diplomática. Lo que es verdad, es que nunca en la historia del proceso, la AIEA había tenido tanta certeza y veracidad de lo que se hace y no se hace dentro de las instalaciones nucleares de la República Islámica donde ahora mismo se tienen cámaras y expertos monitoreando a los técnicos y científicos iraníes, lo cual ha sido una muestra de transparencia por parte de Teherán de que el programa no está encaminado hacia fines militares. Cabe señalar que Irán no está obligado jurídicamente por el TNP a otorgar este tipo de supervisiones a la AIEA pues legalmente Irán tiene derecho a enriquecer uranio, lo que incluye el enriquecimiento a 19.75% con el que se dice contar actualmente.

Sin embargo, es cierto que en el transcurso de las negociaciones, nuevas rondas de sanciones sobre el petróleo iraní se han aprobado por parte del congreso estadounidense, a la vez que Irán ha puesto en marcha nuevas centrifugadoras para acelerar el enriquecimiento al 20%. Se podría concluir, paradójicamente, que las tensiones en medio del ambiente de negociación no han bajado de tono y, algo de lo más crucial en el proceso, que los Estados Unidos siguen sin reconocer el derecho de Irán a enriquecer uranio, sin embargo, dichos ejes de presión son parte del mismo proceso de negociación donde cada actor desde fuera de la mesa de diálogo presiona a su oponente para llegar a un acuerdo con base en el empuje de lo que precisamente se quiere evitar, es decir,  sanciones versus enriquecimiento. Lo obsoleto de esta estrategia es que, al no llegar a un acuerdo en la mesa, el escenario y la realidad sobre lo que se habla  empeora después del diálogo, tal como se ha visto desde que comenzó el sinuoso camino de la negociación hace algunos años.

El eje de las negociaciones se ha centrado, erróneamente, en evitar el enriquecimiento de uranio por parte de Irán en vez de enfocarse en cuestiones vitales como las supervisiones para el futuro o las condiciones que permitan verificar que Irán no pretende ni pretenderá construir una bomba. El Líder Supremo Iraní puede decir mil cosas y declarar mil fatwas al respecto de la "prohibición del USO de las armas nucleares en el Islam", pero el día en que, de acuerdo con su interpretación del Corán, el USO de dichas armas sea un deber y un componente esencial para defender la revolución islámica, entonces él podrá cambiar de opinión  y declarar una fatwa a favor no solo del USO de dicho artefacto sino también sobre su FABRICACIÓN interna lo cual es sensiblemente diferente. Por tal motivo, lejos de cualquier justificación de corte religioso o moral, Estados Unidos debe reconocer el derecho de Irán a enriquecer uranio como Estado libre y soberano firmante del TNP, con sus respectivas condiciones de seguridad y supervisión, tal como lo debe hacer con Israel en tanto cobarde partidario de la opacidad nuclear y la hipocresía política internacional.


Irán está en condiciones de hacer uso de su tecnología nuclear para fines pacíficos, lo cual no es un obstáculo para que sus ciudadanos sigan reclamando y consigan el respeto a sus derechos civiles y políticos ante su gobierno. La teoría de que Irán no firmará ningún acuerdo porque está "ganando tiempo para construir la bomba" es totalmente falsa y está totalmente descartada, prueba de ello es el compromiso signado en mayo de 2010 entre la República Islámica, Turquía y Brasil para enviar parte de su uranio al extranjero para ser enriquecido, avance que ha sido pasado por alto en las últimas rondas de Estambul y Baghdad y que se espera se retome en Moscú, sede que también tiene un simbolismo importante para los negociantes tal como lo ha sido Baghdad estos dos días.

El punto importante de este proceso es que las negociaciones siguen adelante y que la mesa de diálogo está abierta, pues a nadie le conviene suspender el camino de la diplomacia en estos momentos. Irán trabaja en el marco del TNP el cual, paradójicamente, ha sido el mejor escudo para hacerse del know how del ciclo nuclear y con el cual ha podido llamar la atención de sus vecinos regionales y extra regionales sin la necesidad de contar con una bomba, la cual, por cierto, no es garantía de la supervivencia de un gobierno o un régimen tal como ha sido el caso de la Unión Soviética. Por otra parte, las negociaciones han servido para intercambiar información oficial directamente con Irán, país del cual se conoce muy poco entre la élite que aboga por un ataque aéreo a sus instalaciones nucleares.


Finalmente cabe recordar que el pasado martes 22 de mayo, el director de la AIEA volvió de Teherán con un acuerdo respecto a las revisiones de las instalaciones nucleares iraníes. Si bien este acuerdo ha sido pasado por alto en las negociaciones del 23 4 24 de mayo, sin duda ha sido al punto por el cual las negociaciones seguirán el mes que entra. La pregunta que encierra todo este proceso es quien está ganando tiempo y para qué? Lo es Obama para retener popularidad y apoyo de ciertos grupos para su campaña de re elección en las próximas presidenciales, o lo es Irán para ganar poder interno y reacomodar sus cuadros ante el serio malestar de su población con respecto al resentimiento político de las elecciones de junio de 2009? A caso lo es también Israel para desviar la atención de la crisis de identidad que predomina en su población así como para olvidarse del intento de proclamación del Estado Palestino? Probablemente sean los tres actores los que busquen tiempo para ganar fuerzas a su interior al tiempo que se genera un distractor evidente para olvidar la histórica revolución en el llamado "mundo árabe" donde las acciones contra revolucionarias han secuestrado ferozmente a las revoluciones en todos lados. 


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