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miércoles, 5 de septiembre de 2012

Un aspecto de la economía en la crisis social siria

La serie de actores regionales y extra regionales que hay en la revolución Siria no solo se relaciona con la cuestión de las armas y el apoyo económico para el régimen y/o para el Free Syrian Army, sino que llega hasta lo más íntimo de las familias sirias, es decir, las cuestiones de consumo básico. El ejemplo de Irán y las economías Occidentales ilustra dicho argumento:

La economía interna iraní ciertamente ha experimentado algunos efectos de las últimas sanciones occidentales, sobre todo en cuestiones petroleras y financieras. Sin embargo, el vacío económico que han generado las protestas árabes en el último año, ha sido un punto que Irán ha aprovechado para exportar materias primas y alimentos que son necesarios para regímenes que están a punto de caer en guerra civil tal como Siria e Iraq, países con los que Irán comparte frontera y facilidades para abastecer, legal e ilegalmente, a los millones de ciudadanos que viven en una situación económica precaria dada la situación de su país.

Así, mientras Irán vende armas y entrena guerrillas a favor del régimen en Siria y a favor de algunos movimientos de base islámica en Iraq, a los ciudadanos de esos mismos países envía grandes contenedores de tabaco, gasolina, cereales y materias primas, necesarias para sobrevivir en época de represión. A pesar de no estar en guerra formal, Irán hace uso de sus células informales para hacer negocios a través de las empresas que gestiona el gobierno, es decir, las boniad, tema del cual en Irán se conoce muy poco y se ha llegado a considerar un tabú por la falta de transparencia y cuentas en su administración y auditoría.

La manera en la que los manifestantes crean sus propias redes económicas en plena crisis y represión del régimen es algo muy interesante de analizar, pues "la calle" tiene que echar mano de todos los elementos que tenga a su alcance para llevar alimento, ropa, calzado, vivienda, y todas las necesidades que requieren cubrir para seguir la protesta. En este sentido, la ayuda internacional es importante así como lo es el trato con redes informales que suelen generar grandes negocios en medio de la crisis. En este tenor, traficantes de droga, de alimentos, de medicinas, de combustibles, armas, lentes, ropa, entre otras cosas, buscan los mercados de la crisis social, donde ante la escasez de las fuentes cotidianas, los productos suelen llegar a tomar precios muy elevados, sobre todo, cuando se sabe que hay dinero destinado a ese mercado para comprar bienes de consumo básico provenientes de donaciones, fundaciones y otro tipo de ayuda económica . 

Este tipo de economía informal o economía de la guerra civil, contrasta con los métodos "legales" llevados a cabo por otras fundaciones con sede en Estados Unidos o Europa, que tratan de comprar bienes de esos países para enviarlos a Siria. Tal es el caso de instituciones como Syrian Aid Apeal, Syrian Sunrise fundation, Free Syria Fundation que intentan adquirir dinero para ayudar a viudas, huérfanos, y personas afectadas por la represión del régimen, pero que compran sus productos en Estados Unidos o Europa, ayudando con esto a acelerar la economía de los países desde donde operan.

Así, la satisfacción de necesidades de consumo básico y de otro tipo también se ha tornado como un escenario de lucha entre las potencias infiltradas en Siria, no solo con armas desde China o Rusia para el régimen o desde Arabia Saudí para el Free Syrian Army, sino también de comida para acelerar las economías de Europa que están en plena crisis financiera o la iraní que está siendo lastimada por las sanciones de Occidente en algunos puntos de su economía interna.

Si bien los productos de uno y otro lado comienzan a llegar, la producción interna en Siria se ha paralizado. Después de ser un país agrícola con base en una producción de trigo y cebada, los campos, de por si ya sobre explotados en los últimos años, se han abandonado por la represión haciendo de la crisis social una de carácter alimentario y financiero, pues la depreciación de la libra siria ha llegado a un 70% en relación al dólar y eso ha provocado el surgimiento de algunos especuladores que intentan comprar dinero ahora a bajo precio para ganarle hasta 7 u 8 veces más cuando al Assad logre controlar la crisis¡¡¡¡ 

Dado que Siria también cuenta con sanciones internacionales, es de saber que estas tienen excepciones para mandar transferencias a aquel país en en caso de siniestros como la masacre del régimen contra su población, sismos u e otro tipo. Así, el terreno económico también divide a los contendientes de esta eterna y penosa lucha que hace abogar a algunos por los negocios informales y la especulación a favor de Assad, y los otros que aspiran a ganar posición de las excepciones de las sanciones y el papel de las fundaciones con sede en Occidente a favor de la caída del régimen.




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