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lunes, 24 de septiembre de 2012

El modelo de combate asimétrico en Irán y la marginación del ejército regular



Para hablar de un modelo de combate asimétrico se deben tomar en cuenta las siguientes consideraciones:
  • Los combatientes no necesariamente son ejércitos (aunque en el caso iraní sí lo es) y en muchos casos suelen ser pequeños grupos de personas, hombres, mujeres y menores de edad, armadas que no siempre están uniformadas;
  • Estos grupos suelen mezclarse con el común de la gente, no tienen una sede permanente de operaciones ni una identidad definida que pueda distinguirlos del resto de la población. En la mayoría de los casos solo se reconocen entre ellos.
  • No hay un campo de batalla aislado y lo suficientemente aislado de la población;
  • Se busca el factor sorpresa en el ataque y el despliegue rápido, el camuflaje del combatiente y un alto grado de motivación ideológica;
  • Los combatientes usan diferentes tipos de armas de escasa tecnología y no solo se usa la fuerza sino también la persuasión política y la psicología, y
  • Los conflictos se generan, entre otros, en cuatro niveles: político, estratégico, operativo (teatro) y táctico.


El conflicto asimétrico se propone atacar al adversario de tal forma o intensidad que éste no sea capaz de resistirlo. El éxito de una estrategia asimétrica no se puede medir en función del número de bajas, por que los objetivos pueden ir más allá de los costos materiales y/o humanos que el conflicto supone. Eso se puede ver claramente en los ejemplos de la guerra de Vietnam y la última incursión de Israel en Líbano, donde, por una parte, cerca de un millón de vietnamitas perdieron sus vidas contra un total de 143 mil víctimas estadounidenses, y por la otra, más de 1000 bajas libanesas por 159 israelíes oficialmente. En ambos casos, estadounidenses e israelíes se retiraron de sus teatros de operaciones respectivos sin lograr la victoria.

Los ejemplos anteriores, sobre todo el caso de Vietnam a nivel internacional y el libanés a nivel regional, han servido últimamente como paradigmas para motivar a diferentes grupos guerrilleros  en sus luchas contra los Estados opresores. En el caso particular del Medio Oriente, el triunfo de la revolución islámica fue el punto de partida para esta motivación, al usar el método asimétrico para derrocar a la monarquía y resistir una guerra ante un Iraq apoyado por Estados Unidos en toda una década de sangrientos combates. Así, el método asimétrico se convirtió en el ícono de los movimientos de resistencia en la región al refutar el supuesto grado de “invencibilidad” del enemigo, y relacionar sus triunfos con la ideología religiosa y la complementariedad del trabajo estratégico irregular.

El irrevocable éxito asimétrico iraní contra Iraq motivó a las autoridades de la República Islámica a especializarse en este rubro como una estrategia básica para la defensa de los intereses nacionales y el régimen revolucionario.

Los diversos trabajos realizados por las fuerzas armadas fueron encaminados a desarrollar métodos de combate asimétricos con base en el reconocimiento del terreno, la explotación del potencial humano y la creación de instituciones especializadas en este arte. Una parte importante de esta dedicación nacional ha sido la experiencia dada las incursiones occidentales, tanto de Estados Unidos, Israel y algunos países que forman parte de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) a la zona, cuyos modus operandi han podido ser estudiados por observadores militares y de inteligencia iraníes, permitiéndoles tener ciertos puntos de referencia y construcción de parámetros para hacer frente a operaciones militares convencionales del tamaño de las incursiones de la Guerra del Golfo, los ataques a Afganistán, la invasión a Iraq y los constantes golpes militares a la población de Gaza en el territorio palestino ocupado.

Si bien es cierto que el esfuerzo iraní sobre los modelos asimétricos ha sido arduo no ha sido el único, pues una serie de mecanismos complementarios tanto simétricos como asimétricos ha sido la principal característica de las fuerzas armadas iraníes en los últimos años. Sin generalizar demasiado, el dualismo de las fuerzas armadas ha ayudado mucho a adaptar lo convencional y lo no convencional en una sola estructura de defensa sin gastar demasiados recursos financieros e invirtiendo en armamento y tecnologías de la información necesarias y útiles para su estrategia.

No obstante lo anterior, las fuerzas iraníes no comparten los mismos incentivos por parte del gobierno para desempeñar sus funciones.

La infiltración de los veteranos de guerra Pasdaran en el gobierno iraní ha fracturado esta complementariedad estratégica y ha causado un cierto paralelismo militar en el país donde el ejército regular, tan importante en su época, ha quedado cada vez más desplazado.

Por ejemplo, a pesar de que el Artesh ahora es numéricamente mayor que los Pasdaran (350 000 frente a las fuerzas activas 130 000), según el año fiscal iraní de 1390 (marzo 2010-marzo 2011), el presupuesto de defensa nacional asignó 4.9 billones de dólares al Artesh mientras asignó 5.8 billones de dólares a los Pasdaran. Aparte del presupuesto nacional, los Pasdaran tienen acceso directo a las reservas económicas del país algo que se prohíbe al Artesh. Entre 2009 y 2011, la compañía de los Pasdaran Jatam Al Anbiya´ recibió unos $ 25 mil millones de dólares en contratos para el desarrollo de petróleo de Irán y el gas, mientras que el Artesh no disfruta de dicha generosidad

Aunado a lo anterior , los Pasdaran también se dedican a otras actividades económicas, legales e ilegales, que han hecho de él uno de los actores más importantes en la bolsa de valores de Teherán. Las actividades económicas del Artesh, por el contrario, parecen limitarse a las cadenas de tiendas de algunos servicios y productos industriales. Por último, el Pasdaran se dedica al negocio de las telecomunicaciones y controla los servicios de teléfono y móvil, Internet, TV y estaciones de radio, alegando razones de seguridad. En estas "actividades de seguridad" Artesh no está involucrado.

Si bien el éxito del modelo asimétrico en Irán triunfó durante los ochenta, la nueva generación de combatientes aún no está probada. La falta de experiencia de la nueva generación de Pasdaran y las preferencias sobre su institución por encima del ejército regular pueden ser un problema a la hora de enfrentar un conflicto bélico a menos que se resuelvan pronto mediante una mayor relación entre ambas instituciones en el entrenamiento para el combate, y un pleno reconocimiento de la importancia que juega el Ejército regular en el aparato de defensa iraní de igual magnitud que los Guardianes de la Revolución.


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