Algunos círculos académicos iraníes dicen que Teherán
debería haber seducido con más fuerza a Washington para aprobar su
programa nuclear y así obtener "su permiso" para equilibrar la
balanza de poder frente a Tel Aviv en Oriente Medio, un equilibrio que le haría
falta a Estados Unidos para "controlar a Israel" (dado
que tiene que lidiar con su gobernante todos los días) en tanto Israel es el único actor que
no tiene un contrapeso de poder similar en su zona de influencia como si lo
tiene el resto de los países del "club nuclear" (Rusia-Estados
Unidos/ India-Pakistan/ China-Corea del Norte/Francia-Alemania). Este poder que
tiene Israel ha sido usado para violar la ley internacional pisoteando los
derechos humanos de palestinos y otros ciudadanos en tierras ocupadas, para
retar a Estados Unidos, por lo menos en la retórica, de invadir a Irán sin
aviso previo e incluso, para ser el único Estado que haya podido alargar y
ensanchar sus fronteras como si de un juego se tratara.
El verdadero problema es que, ante un escenario de tal
magnitud nadie habla de proyectos de cooperación, un asunto tan importante y
delicado equiparable al conflicto y a la tensión que se vive hoy en día. Si el
conflicto es y ha sido un tanto producto de 1) políticas pro israelíes en la
zona, 2) de intervenciones militares extranjeras y 3) de políticas represivas,
corruptas y dictatoriales de los regímenes árabes que hoy están cayendo, por
qué entonces no hablar de cooperación como una respuesta a la visión
orientalista y determinista de relaciones-conflicto que ha imperado en todo
Oriente Medio de acuerdo a las escuelas orientalistas.
Una propuesta de cooperación, para terminar con esta crisis
de confianza con Irán fue recién publicada por el Haretz y aboga
por laconstrucción de una zona libre de armas nucleares a la que Israel tendría que someterse.
Es una propuesta interesante pero no nueva, en tanto Irán fue uno de los
primeros Estados en proponer dicha solución desde el 2006 debido a que bajo
esas circunstancias Israel tendría que deshacerse de sus ojivas nucleares.
Así, valdría la pena recatar una propuesta más que descarte
a Israel. Una propuesta de Paz y Comercio en el Golfo. Una zona de libre
comercio que haga del Golfo un espacio de cooperación e intenso tráfico de
todos los calibres; libre de aranceles para evitar tarifas de paso y con ello
mayor lograr una mayor seguridad en la producción y distribución del petróleo y
gas, insumos, minerales, agua potable, alimentos, cereales y electrónica
bajo derechos y obligaciones jurídicas regionales. "Un proyecto de fenicios
en el Golfo".
Irán sabe que la estrategia estadounidense, lejos de la
retórica israelí, es la de asfixiar su economía. Que nadie invierta o compre en
Irán, pues está prohibido hacer tratos con terroristas (los Pasdaran son
considerados como organización terrorista en la U.S Department list desde
2006). Sin embargo, Irán también sabe que debe dar paso a las reformas
económicas, sociales y políticas para no perder la legitimidad entre su
población, la cual parece evaporarse conforme pasa el tiempo. Las demandas de
los jóvenes pueden ser un punto más peligroso para Irán que un ataque israelí o
estadounidense.
Por su parte, Rusia y China no aprobarán mas sanciones
ahora no por un gesto de diplomacia con Irán sino porque dichos mecanismos, en
caso de ir contra el petróleo y gas iraní, afectarían su consumo y su andamiaje
económico.
Si Irán concede libertades entre la sociedad civil tales
como prensa-expresión, transparencia, acceso a medios, entre otras cosas,
lograría una cohesión aún más fuerte que la que produce un ataque externo. En
Irán hay un sentimiento nacionalista muy fuerte que en nada choca con el
modelos islámico que se instauró en 1979, pero por mala fortuna los líderes
actuales del establishment religioso no lo han podido entender y han preferido
llevar a Irán a la política de la confrontación, la represión y el conflicto.
Sin embargo la clave está con los vecinos árabes, que si
bien urge que hagan su propia tarea con sus pueblos y sus jóvenes, de igual
manera, habría que convencerlos de que la cooperación es más provechosa y da
más fuerza que el conflicto.
Entre los árabes e Irán solo hay un problema que puede ser
el inicio de una cooperación a largo plazo. Tiene que ver con la negociación
del problema con las Islas Tunb y Abu Musa en el Golfo. Se trata de tres
islas que han sido objeto de reclamo por Irán y los Emiratos de Sharjah y Ras
Al Khaimah, miembros constituyentes de los Emiratos Árabes Unidos desde su
formación en 1971.
Actualmente, la posesión de facto la tiene Irán bajo el
pretexto de que se trataba de “dos islas deshabitadas”, siendo en 1992 cuando
Irán impuso restricciones de paso y viaje sobre el área de Abu Musa
haciéndose de las tres islas, las cuales constituyen la posibilidad de
controlar completamente el tráfico energético de Hormuz.
Este conflicto abierto, desde el enfoque de las políticas
de confrontación, puede constituir un buen pretexto de causus belli si Israel decide construir una
aventura armada contra Irán que sería un excelente pretexto para
incorporar a los países árabes del Golfo y evitar el cierre de Hormuz en un
conflicto armado
Sin embargo, desde un
enfoque de cooperación, este caso puede ser más llamativo y conveniente..
Haciendo de estas tres islas un Centro de Cooperación que pudiera supervisar
una serie de zonas de libre comercio en cada puerto de un Estado litoral del
Golfo. El inicio de un acercamiento serio por parte de Irán y los países árabes
para demostrar que las sanciones económicas solo dañan a la población y que
constituyen un elemento impuesto por factores extraterritoriales y
tendenciosos.
|
Los círculos verdes responden a mecanismos
existentes o en desarrollo. Los rojos a zonas que se deberían abrir para
completar la propuesta
|
Una cooperación entre
Irán y los países árabes sobre esta cuestión liberaría tensiones sobre espionaje y
competencia. A pesar de lo espinoso del caso, los indicadores económicos
han sido un punto a favor de ésta propuesta pues. El mayor socio comercial de Irán en la región,
paradójicamente, es Emiratos Árabes Unidos (y pronto Iraq), cuyo volumen de intercambio
comercial alcanzó en 2007 unos 14 000 millones de dólares. Esto es un factor
importante ya que el ambiente económico entre ambas naciones se ha dado en
buenos términos gracias al uso de las zonas económicas especiales y a pesar de
las sanciones económicas impuestas a Irán a lo largo de esta década.
De la zona del Golfo, Irán y
Emiratos Árabes Unidos son los países que más cuentan con Zonas Económicas
Especiales y Zonas de Libre Comercio. Curiosamente, uno de los Estados más
cercanos a Estados Unidos, Arabia Saudí, no cuenta con ninguna zona de este
tipo, siendo junto con Qatar y Omán los países que, de incorporarse en una
dinámica comercial como tal, deberían abrir una zona para cerrar el círculo que
recoge esta propuesta.
Causus belli o el corazón de
la cooperación regional, ese es el dilema y la atención que se le debe poner a
las Islas Tunb y Abu Musa, todo dependiendo del cristal con el que se
miren.
No hay comentarios:
Publicar un comentario